Las hijas que no
tuve,
Han cuidado de mi
Protegiéndome del
insomnio
Cuando vivía noches en vela.
Las hijas que no
tuve,
Me han salvado la
vida más de una vez
Transforman esa incansable resistencia al
dolor
Curan mis
heridas, sacan el veneno.
Las hijas que no
tuve
Han recreado mi
existencia
Encariñado la
memoria
En aguas
bautismales
recomponiendo mi
alma, abrazándome.
Las hijas que no
tuve
Llevan lunas de
flores en sus manos
Me han cebado el
mate
Resignificado mis
oráculos
Separado la paja
de mi trigo
Las hijas que no
tuve,
abren mi corazón de siembras
Maternan cual
alquimia
cuando he estado
cara a cara con la muerte
Las hijas que no
tuve
conocen el secreto de las plantas
viajan por el
mundo
saben de
planetas,
son sabias hijas
de la Tierra
políticas pluralistas
fabrican ungüentos
que disipan hasta
los miedos más antiguos.
Las hijas que no
tuve
Me hacen mirar
hacia arriba
Florecen desde
adentro
Son esa luz
plateada
Que han recogido
el rocío de mis lágrimas.
Las hijas que no
tuve
Reivindicaron nuestro
espacio político
los cuidados, la
cocina, los círculos
Haciendo del bien
común
Algo naturalmente inapropiable.
©Jacqueline Lagos Maragaño *texto escrito para el libro: Las Amigas son como las telas (2025)