YO, RESIENTO
Hoy me la cantaron clarita… “resentida” fue la palabra con la que me tacharon. Luego que una vez más saliera a defender la liberación de la mujer en este sistema patriarcal. Inmediatamente le di una connotación negativa.
Luego comprendí. Qué
sentido tuviera mi vida sin ser esa “cargante” que no calla lo que “siente”
cuando escucha tanta violencia machista en el actuar, pensar, hablar de hombres
y de mujeres. Entonces, sí lo soy, si eso significa sentir, re-sentir, ser
honesta con lo que pasa adentro mío cada vez que me violentan, porque soy
mujer, porque creo en la liberación mía y de otras.
Resiento cuando una niña
de catorce años es violada y no puede abortar porque no tiene derecho sobre su
cuerpo. Re-siento cuando las mismas mujeres tratan de “maraca” a otras mujeres
por disfrutar su sexualidad libremente. Re-siento cuando una mujer sufre por la
manipulación, los celos de sus parejas que dicen; “amarlas”, re-siento cuando en
el mismo lenguaje nos invisibilizan y excluyen, resiento cuando subordinan las
capacidades por el sólo hecho de ser mujer, resiento la discriminación y las
condiciones precarias de la mujer trabajadora y migrante. Resiento a las
torturadas de todo el mundo, resiento cada semana en mi país cuando hay una o
más muertas por causa del machismo. Resiento la publicidad sexista, su
educación sexista, sus labores domésticas sexistas.
¿Y por qué molesta tanto
que una mujer hable, que grite, que aúlle, que actúe?
No quiero callar, por más que quiera hacerme la sorda a tanta palabra necia, mi resentir dice que si he aguantado veintitantos años de mi vida con prejuicios, discriminación, violencia hacia mí y a otras mujeres, no tengo ni quiero seguir callando. En estos momentos me estoy levantando, sacando el velo, dejo de sentir miedo. Me estoy liberando. (Antu Malen. Acto Poético. Talleres Escritura Vivencial)