sábado, 6 de octubre de 2018

Que No Sea En Vano, Poética Femenina

A modo de presentación:
Había una vez una princesa. Ella no tuvo un príncipe azul. Ella no tuvo un felices para siempre.
Era una princesa que no podía caminar sola de noche, por temor al acoso, a la cercanía no deseada, a los piropos, a los abusos, a las palabras lisonjeras que viajan por el aire dañando nuestros sentimientos, sabiendo que somos madre de sus hijos, dadoras de vida. Era una princesa que no podía vestirse cómodamente, porque provocaba, porque si naciste hembra, gris demonio, espósate los labios y la pelvis. Era una princesa que no podía expresar sus sentimientos sin ser tildada de llorona y exagerada. Se sentía vacía, y pensaba:la caída es inminente y yo me apresuro a buscar los ojos de la calma en los rincones de un reloj sin agujas ni alma. Era una princesa que debía aguantar los abusos, los golpes, no llorar sus pérdidas, no salirse de su rol, porque la mujer feliz muerde su lengua y se atraganta con sus lágrimas.
Quiso buscar su propio hogar, y un día se dijo:yo quisiera no ser más forastera sino llegar a casa cuando los toronjiles desborden de hojas el macetero y el sol diga siempre la misma hora sobre el tejado.
Y no se rindió. Y no cedió. Y dejó de ser princesa. Abrió los ojos, se dio cuenta que el que iba a rescatarla sólo la hundió, la golpeó, la abusó. Abrió su agenda y quitó todas las hojas, las tomó y escribió con letra apresurada: Me aburrí de los espasmos matutinos de la angustia, me aburrí, tantas veces, de mantener la calma, me aburrí de dormir sin sueño y despertar cansada, de no encontrar las piezas que me faltan. Se levantó y dijo en voz alta respira… estoy aquí… soy tu yo misma sosteniéndote. Se dio cuenta que su único “rescate” era ella misma.
Alzó la voz por las que todavía son princesas. Caminó, luchó, gritó: ¡la cicatriz que dejaron los perros hacen que ame la que Soy! Aunque sabe que su lucha no termina, poco a poco se rescató a sí misma, le enseñó a otras y otros a rescatarse, a luchar con los dragones del camino, a saltar abismos para conseguir sus metas. Les enseñó a aprender y crecer de sus ausencias y sus heridas, pues hay ausencias que se llevan en el bolso, que se cuelgan al lado de la estufa, que te miran compasivas.
Ella gritaba para que todos la escucharan:¡Soy loca, bohemia, amistosa, sensual, vanidosa, noctámbula, diosa creadora!¡Lo soy yo, lo es ella, lo somos todas las mujeres!Ella gritaba por las que no podían gritar: Que nos llamen brujas, putas, locas. Que nos llamen, porque respondemos. Que nuestras palabras calen hondo, que nuestros gritos molesten. Que nuestra lucha sea de todas… y algún día, también de todos.
Ya no era princesa. Ella era del viento, ella era del agua, mujer, hermana, madre, poeta. Era amante de la poesía, de la lectura, amante de todas las artes. Era mujer, útero cósmico, diosa interior. Era la letra que vida cobra, una obra, un guitarrón. Era sensible al dolor ajeno, resiliente y resistente a los propios. Era mapuche, artesana y tejedora. Era la que conoce el arte de cuidar desde el alma hasta la piel. Era nostalgia y liberación. Era la que comparte sus sentires para enriquecer el vacío del universo. Era protectora de la belleza y la armonía de los legados de sus ancestras. Era hermana a medias, madre a punto, hija apenas.
Era Paula, Marisol, Jacqueline, Myriam, Valentina, Vasthy. Era María Cristina, Isabel, Bernardita, Ivonne, Pía. Eres tú. Soy yo.
Atentamente,
Virginia Moya
Profesora Lenguaje y Comunicaciones
En Osorno a finales de Agosto del año 2018.-

Editorial Una Temporada en Isla Negra
Diseño; Victor Quezada Carrasco.
Imagen: Monica Endress Bôrquez

viernes, 5 de octubre de 2018

Escritura Vivencial



Testimonio Escritura Vivencial
La metodología de escritura vivencial desbloqueó en mí aquellos recuerdos de fluidez que sentía al escribir cuando era niña, cuando fui adolescente.
Hay una manera delicada, intuitiva, y acogedora que aporta Jackie cuando acompaña este despertar, activando todo lo que está guardado en nuestro interior y que desea salir... sensaciones, sentimientos y palabras cobran vida. El proceso creativo se completa gracias a los gestos, experiencias y recuerdos que son facilitados durante esa hora de trabajo.
Este juego sin censura permite descubrir el propio estilo y abre posibilidades que eran inimaginables antes de empezar a trabajar en la escritura.
Agradezco el camino recorrido y a partir de ahora nadie me para... voy por más !!!
Karen Müller M.



Artista Regional de Trayectoria 2023

  El día que me dieron la noticia... "He recibido esta hermosa noticia que mi trabajo ha sido reconocido en Cultura 2023 . Estimada Se...